La pandemia de COVID-19, conocida también como pandemia de coronavirus, es una pandemia derivada de la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2.[8][9] Inicialmente fue llamada «neumonía de Wuhan», puesto que los primeros casos fueron identificados en diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan,[10][11] al reportarse casos de un grupo de personas enfermas con un tipo de neumonía desconocida. La mayoría de los afectados tenía vinculación con trabajadores del Mercado mayorista de mariscos de Huanan.[12] La Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional el 30 de enero de 2020, condición que mantuvo hasta el 5 de mayo de 2023, cuando la OMS decretó el fin de la emergencia sanitaria.[13] El curso de la enfermedad se encuentra en endémico, debido a que ya no se reportan casos con tanta frecuencia como en sus primeros años.[14]
Semanas antes de la declaración del fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional, algunos países ya habían iniciado la transición de su enfoque de salud pública hacia la consideración del SARS-CoV-2 como un virus endémico.[15][16]
Para el 8 de agosto de 2023 se habían contabilizado más de 692 millones de casos de la enfermedad en 260 países y territorios, y 6.97 millones de fallecidos. Por otra parte, para enero de 2023 se han alcanzado las 5294 millones de personas vacunadas con al menos una dosis, un 66% de la población mundial. La OMS estima que al menos el 10% de la población mundial ya se había contagiado de esta enfermedad (unas 780 millones de personas infectadas aproximadamente), debido al gran subregistro de casos a nivel mundial.[17][18]
El virus se transmite generalmente de persona a persona a través de pequeñas gotas de saliva, conocidas como gotas de Flügge, que se emiten al hablar, estornudar, toser o respirar.[19][20][21] También está documentada la transmisión por aerosoles (< 5 μm). Se difunde principalmente cuando las personas están en contacto cercano, pero también se puede difundir al tocar una superficie contaminada y luego llevar las manos contaminadas a la cara o las mucosas. Su período de incubación suele ser de cinco días, pero puede variar de dos hasta catorce días.[22][23] Los síntomas más comunes son fiebre, tos seca y dificultades para respirar.[22] Las complicaciones pueden incluir neumonía, síndrome respiratorio agudo o sepsis.[24][25][26] En la Organización Mundial del Comercio (OMC), un grupo de 99 países en vías de desarrollo liderados por India y Sudáfrica, con el apoyo de ONG como Médicos sin Fronteras, pidieron la suspensión temporal de las patentes de las vacunas contra la COVID-19 mientras dure la pandemia. A este pedido se oponen, entre otros países, la mayoría de los miembros de la Unión Europea, Estados Unidos y Brasil.[27][28][29][30][31]
Las medidas de prevención recomendadas incluyen lavarse las manos, cubrirse la boca al toser, el distanciamiento físico entre las personas y el uso de máscaras faciales, además del autoaislamiento y el seguimiento para las personas sospechosas de estar infectadas.[20] La edad (> 65 años) así como la presencia de enfermedades crónicas como la diabetes, cardiopatías, enfermedades respiratorias, hipertensión arterial o inmunodeficiencias son factores de riesgo que incrementan la probabilidad de contraer la enfermedad y de llegar a tener complicaciones graves, por lo que se aconseja el confinamiento domiciliario tanto como sea posible.[32]
Asimismo, se ha confirmado que otros animales —como venados,[33] perros, gatos, tigres, leones y murciélagos— pueden contraer COVID-19 al igual que los seres humanos. Aún está en estudio si los animales también deberían tomar las mismas medidas de distanciamiento que los seres humanos para evitar su propagación.[34][35] Para evitar la expansión del virus, los gobiernos han impuesto restricciones de viajes, cuarentenas, confinamientos, cancelación de eventos y el cierre de establecimientos.[cita requerida]
La pandemia tuvo un efecto socioeconómico disruptivo.[36] Durante 2020 y parte de 2021 se cerraron colegios y universidades en más de 124 países, lo que afectó a más de 2200 millones de estudiantes.[37] Aproximadamente un tercio de la población mundial fue confinada y se impusieron fuertes restricciones a la libertad de circulación,[38] lo cual condujo a una reducción drástica de la actividad económica[39] y a un aumento paralelo del desempleo.[40] Se han desatado maniobras de desinformación y teorías conspirativas sobre el virus,[41][42] así como algunos incidentes de xenofobia y racismo contra ciudadanos chinos y de otros países del este y sudeste asiático.[43] Debido a la reducción de los viajes y al cierre de numerosas empresas, ha habido un descenso en la contaminación atmosférica.[44][45]
La OMS dio por finalizada el estado de emergencia de la COVID-19 el 5 de mayo de 2023.[46] La enfermedad ha seguido circulando, pero a partir de 2024, los expertos no estaban seguros de si seguía siendo una pandemia.[47] Las pandemias y sus finales no están bien definidos, y si una ha terminado o no difiere según la definición utilizada. A 27 de octubre de 2024, COVID-19 ha causado 7.071.311 muertes confirmadas. La pandemia COVID-19 es la quinta pandemia o epidemia más mortífera de la historia.
Enfermedad
Historia
Antecedentes
Desde décadas antes de 2020, varias autoridades científicas y figuras mediáticas advertían sobre la posible aparición de un virus con capacidad de generar una pandemia que tuviera consecuencias devastadoras para el mundo. Exitosos libros como A Dancing Matrix (1994) de Robin Marantz Henig, The Coming Plague (1994) de Laurie Garrett y The Hot Zone de Richard Preston (1995) tocaron este tema y coincidieron en que mundialmente no existía la preparación suficiente para lidiar con algo así.[87]
En el siglo xxi las advertencias continuaron, y aunque durante ese tiempo surgió la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009-2010, muchos autores y autoras continuaron centrando su preocupación en la aparición de una pandemia similar a la pandemia de gripe de 1918, que ha sido la más letal del siglo xx. Mientras que, por otro lado, la de 2009-2011 fue la menos letal de ellas, con un número de contagios y muertes estimadas que coincidieron en buena parte con los que una gripe estacional puede causar anualmente, y con un nulo impacto social e económico al nivel mundial. Algunos de los expertos que advirtieron sobre una posible pandemia fueron:[88]
- El científico Vaclav Smil: escribió en su libro Global Catastrophes and Trends (2008) que «la posibilidad de una pandemia de influenza durante los próximos 50 años es virtualmente del 100 %».
- El científico David Quammen: habló en su libro Spillover (2013) que el siguiente «cataclismo» provocado por una pandemia, similar a las de 1918 sería más probablemente debido a un virus de origen animal.[89]
- El virólogo y experto en influenza Robert Webster: escribió en su libro Flu Hunter Unlocking the secrets of a virus (2019) que «una pandemia mortal y disruptiva» era «solo cuestión de tiempo», y que «la naturaleza eventualmente va a desafiar de nuevo a la humanidad con un equivalente al virus de la influenza de 1918».[cita requerida]
- Jeremy Konyndyk, exdirector de la Oficina de USAID de Asistencia para Desastres Externos de Estados Unidos: escribió en un artículo de 2017 que «una nueva gran crisis sanitaria global es una cuestión de 'cuándo', no de 'si'», y añadió que el virus sería comparable al de la pandemia de 1918.[cita requerida]
Otra de las advertencias, que se popularizó durante la actual pandemia, fue la charla TED que dio Bill Gates en 2015, donde habló sobre la falta de políticas de preparación ante una posible pandemia causada por algún virus altamente infeccioso y bajo circunstancias que alienten su diseminación; y una vez más, presentó un modelo de los contagios que provocaría un virus como el de 1918.[90] Según dijo Bill Gates, para un reportaje a The Wall Street Journal, también instó a los candidatos presidenciales de las elecciones de Estados Unidos de 2016 a priorizar esfuerzos en preparativos ante una posible pandemia.[88]
Durante la pandemia (2020-2023), también cobraron notoriedad obras que trataron temas relacionados con epidemias, especialmente la película Contagion (2011),[91] basada en eventos como la pandemia de 2009 y la epidemia de SARS de 2002-2004, y que había sido bien recibida por la comunidad científica por su cercanía con la realidad; o la novela The Eyes of Darkness (1981), donde se relataba la creación de un virus con 100 % de letalidad, llamado «Wuhan-400» en algunas ediciones de este libro.[92]
Brote epidémico en Wuhan
Propagación internacional de la enfermedad
Declaración de pandemia
La Organización Mundial de la Salud declaró el 30 de enero de 2020 la existencia de un riesgo de salud pública de interés internacional, bajo las regulaciones del Reglamento Sanitario Internacional,[107][108][109] y, posteriormente, el 11 de marzo de 2020 que la enfermedad se consideraba ya una pandemia por la alta cantidad de personas infectadas (118 000) y muertes (4291) que había causado alrededor del mundo (114 países).[110][111]
Incidencia
En relación con la incidencia, los casos de COVID-19 comprobados mediante análisis genético (PCR) asciendían a 535 millones para el 6 de junio de 2022, pero la OMS estimaba que la cantidad real de infecciones era probablemente mucho mayor, en torno a 780 millones o un 10% de la población mundial actual.[112]
Representatividad de los datos
Cada país informó sobre los casos de COVID-19 verificados en su territorio en base al análisis genético de muestras en laboratorio. Sobre todo en los primeros meses de la pandemia, estas cifras no eran necesariamente representativas de la propagación real del virus porque la cantidad de pruebas de COVID-19 realizadas varia mucho de un país a otro, según los medios disponibles y las estrategias de contención adoptadas.[cita requerida]
Durante los primeros días de la pandemia, Corea del Sur fue el único país donde se realizaron análisis sistemáticos de grandes conjuntos de población, unos 10 000 al día, con 210 000 contabilizados hasta el 10 de marzo. En el extremo contrario, Japón solo había analizado 10 000 muestras en total hasta el 10 de marzo y el Reino Unido estaba haciendo 1500 análisis hasta el 11 de marzo, cuando su gobierno ordenó aumentar la cadencia un 500%.[113] Estados Unidos había analizado solo 1583 muestras hasta el 5 de marzo.[114] En España, a 25 de marzo de 2020 se calculaba que podría haber entre 300 000 y 900 000 personas infectadas frente a los 39 000 casos registrados oficialmente. La importante diferencia se debe a que la mayoría de los portadores del virus pasan la enfermedad sin ningún tipo de síntomas.[115] En China no se reportaron los pacientes asintomáticos como casos de COVID-19, incluso si daban positivo en la prueba.[116] La situación cambió en los meses siguientes, a medida que cada país se fue equipando en sistemas de pruebas de COVID-19, principalmente por PCR. Es posible que se pasase al extremo contrario, en el que los positivos reportados eran superiores a los casos reales de la enfermedad porque la excesiva sensibilidad de las pruebas PCR señalaba como positivos a personas que ya habían pasado la enfermedad y tienen aún en su cuerpo restos de ARN no viable, es decir, de virus muertos que ya no infectaban.[117]
En cuanto a las cifras de fallecidos, los criterios fueron también dispares según los países. En Italia se contaron como víctimas de la pandemia a los muertos que habían dado positivo, pero no a muchos ancianos fallecidos en residencias sin haberles hecho la prueba;[118] mientras que en Bélgica se contabilizaba en las cifras de fallecidos a todos los muertos en residencias con síntomas similares a los de COVID-19, aunque no se les hubieran hecho tests.[119] En España se constattó que la sobremortalidad durante la epidemia es entre un 50 y un 70% más alta que las cifras oficiales de fallecidos por COVID-19 verificados por prueba PCR.[120][121][122]
Número de casos registrados por PCR
Nota: la lista puede presentar desactualizaciones respecto a las fuentes.
Líneas resaltadas:
Sin casos activos. Todos los pacientes se recuperaron.
Estudios de seroprevalencia
Mientras que las pruebas PCR detectan la presencia del virus SARS-CoV-2 en cantidades significativas en una persona en ese momento, las pruebas de anticuerpos detectan que una persona ha estado expuesta al virus en los últimos meses, aunque ya no lo tenga en la actualidad. Varios países y territorios han realizado campañas de pruebas de anticuerpos, para determinar qué porcentaje de su población, ha sido infectada por el virus.[cita requerida] Los resultados se resumen en la tabla siguiente.
Vacunados
Territorios sin casos registrados
Turkmenistán
Continentes afectados
Asia
Europa
América
África
Oceanía
Antártida
Prevención
Medidas básicas
Las medidas básicas para prevenir la transmisión de la enfermedad incluyen: lavarse las manos con agua y jabón, llevar mascarillas, el distanciamiento social, no tocarse los ojos, la nariz ni la boca con las manos sin lavar, y toser y estornudar en un pañuelo desechable o en el pliegue del brazo.[175]
Mascarillas
Muchos países, gobiernos, y asociaciones como la CDC y la OMS, recomiendan usar mascarillas o coberturas faciales de tela quirúrgica, especialmente en lugares públicos donde haya mayor riesgo de transmisión y donde las medidas de distanciamiento social sean difíciles de mantener.[176][177] Esta recomendación busca reducir la propagación de la enfermedad entre personas con síntomas y sin síntomas, y es complementaria a otras medidas preventivas como el distanciamiento social. Utilizar cubiertas faciales limita el volumen y la distancia de viaje de las gotitas que se dispersan al hablar, respirar y toser.[178]
Las mascarillas se recomiendan, más a quienes puedan haber sido infectados, y a los cercanos a alguien que pueda tener la enfermedad. Y se recomienda a los profesionales de la salud que interactúan directamente con pacientes con COVID-19 que utilicen mascarillas que sean al menos tan protectoras como la mascarilla N95, o las certificadas por NIOSH u otro organismo equivalente, además de que usen otros complementos de protección personal.Cuando no se usa máscarilla, el CDC recomienda cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar, o con la parte interna del codo si no se dispone de pañuelo. Se recomienda la higiene adecuada de las manos después de toser o estornudar.Hay mascarillas que llevan alguna válvula de exhalación (es decir, de salida) para expulsar el aire de la respiración sin filtrar. Por ello, si su portador estuviese infectado (y puede estarlo sin saberlo), transmitiría el virus a través de la válvula, incluso estando la mascarilla certificada. Así que las mascarillas con válvula de salida no están recomendadas para controlar la pandemia.[cita requerida]
Vacunas
Tras vacunarse
Cuando alguien ha sido vacunado contra la COVID (ha recibido todas las dosis necesarias de la vacuna, y ha pasado un tiempo establecido), todavía es posible transmitir la enfermedad, aunque las posibilidades son bastante reducidas.[202][203] Además, las vacunas, como cualquier otro medicamento, no son eficaces en el 100% de personas a las que se les administra.[cita requerida] Así que se recomienda que la población siga tomando medidas preventivas (lavarse las manos con jabón, usar mascarilla, mantener la distancia social, etc.) para evitar los contagios, especialmente hacia gente vulnerable. Las precauciones acabarían cuando los peligros de la pandemia estén oficialmente terminados.[cita requerida]
Tratamiento
Varios tratamientos contra el COVID-19 están actualmente en desarrollo.[204]
Desinformación
Negacionismo
Controversias
Taiwán
En abril de 2020 el gobierno de Taiwán hizo público un correo electrónico que había enviado a la OMS el 31 de diciembre de 2019 diciendo que habían detectado en su territorio siete personas infectadas con una enfermedad similar al SARS y solicitando información sobre un posible brote en Wuhan.[222][223] Al no recibir respuesta de la OMS, el gobierno de Taiwán lo achacó bien a un encubrimiento por parte del gobierno chino de Pekín bien a un «incumplimiento del deber» de la OMS.[224]
Alegaciones de intromisión de China
Las declaraciones emitidas por Xi Jinping el 3 de febrero, indicó la necesidad de un énfasis por parte de los medios estatales en «contar las historias conmovedoras de cómo [las personas] en la línea del frente están previniendo y luchando contra el virus» como una prioridad de cobertura, mientras que el alto funcionario Zhang Xiaoguo dijo que su departamento «trataría la propaganda con respecto a las medidas de control y prevención del virus como su máxima prioridad».[225][226] Por ejemplo, se ha observado que las organizaciones de medios estatales People's Daily y Global Times, junto con el subdirector de información Zhao Lijian del Ministerio de Relaciones Exteriores, publican elogios efusivos sobre la respuesta de Beijing a la epidemia,[227] como una amplia cobertura de la construcción acelerada de los nuevos hospitales en Wuhan (que Zhao afirmó se completó en 16 horas),[228] la cuarentena de Wuhan con su población de 11 millones y la cuarentena «sin precedentes de la provincia de Hubei». Aunque tales esfuerzos tuvieron un efecto cuestionable sobre la epidemia, ya que los nuevos hospitales estaban operando a menos de la mitad de su capacidad debido a la escasez de camas y recursos médicos,[229][230] mientras que el cierre de Wuhan llegó demasiado tarde para ser efectivo cuando millones se habían ido, el Financial Times y otros señalaron que tales acciones ampliamente publicitadas fueron un «golpe de Estado de relaciones públicas» que mostraba que el «gobierno dominante y centralizado» de China era particularmente adecuado para lidiar con el brote,[231][232] creando la impresión de que Beijing intervino directamente a pedido de Xi Jinping.[233][234][235][233][234][235]
Los observadores han advertido que si bien «la admiración de los trabajadores médicos de primera línea es generalizada y sincera», los medios estatales también deberían destacar la realidad de que muchos de esos trabajadores «carecen de equipo de protección» y que más de 3000 han sido infectados desde el brote y que la atención de los medios puede brindarles apoyo público para obtener algunos equipos muy necesarios. El New York Times ha señalado que tales intentos de propaganda del gobierno para controlar la narrativa se han visto con desconfianza entre los individuos más jóvenes, quienes, a diferencia de las personas mayores, dependen menos de los medios estatales y en su lugar han buscado «información de primera mano y estudios en los medios de comunicación profundos sobre la epidemia en la web», lo que sugiere que el gobierno central no estaba en contacto con la población más joven.[236]
John Mackenzie, miembro del comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud, criticó a China por ser demasiado lenta para compartir todos los casos infectados, especialmente durante las principales reuniones políticas en Wuhan después de que Tedros Adhanom elogió a China por ayudar a «prevenir la propagación del coronavirus a otros países».[237] El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que China era «muy reservada y desafortunada» con respecto a la información sobre la pandemia.[238] Yanzhong Huang, un experto en salud de la Universidad de Seton Hall, dijo que China podría haber sido más contundente y que hubo «un encubrimiento de inacción».[239]
La comunidad de inteligencia de Estados Unidos dice que China redujo intencionalmente su número reportado de casos de coronavirus.[240] Medios como Político, Foreign Policy y Bloomberg han afirmado que los esfuerzos de China para enviar ayuda a los países afectados por el virus es parte de un impulso de propaganda por la influencia global.[241][242][243] El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, advirtió que existe «un componente geopolítico que incluye una lucha por la influencia a través del hilado y la política de generosidad».[244] Borrell también dijo que "China está presionando agresivamente el mensaje de que, a diferencia de Estados Unidos, es un socio responsable y confiable”.[245]
El escritor estadounidense Gordon G. Chang describió la entrevista de Bruce Aylward, sobre la negación a responder preguntas sobre Taiwán, como emblemática de la influencia de China sobre las organizaciones internacionales.[246] El 2 de abril, The Globe and Mail mencionó la entrevista de Aylward, como un ejemplo de la «deferencia sorprendente» de la alta dirección de la OMS hacia China, señalando que la contribución financiera china a la OMS es minúscula en relación con la de los Estados Unidos. En febrero de 2020, Aylward dirigió una delegación de la OMS a Wuhan por la crisis del coronavirus. El personal chino en la delegación de Aylward ascendió a 12 de un total de 25, y se informó que pudieron manipular el lenguaje utilizado en el informe final de la delegación. Más tarde, uno de los delegados declaró que el equipo «quería llamarlo un patógeno peligroso», y sentían que la palabra «peligroso» podría estar vinculada al bioterrorismo. El informe final se refiere al coronavirus como «un nuevo patógeno que es altamente contagioso, puede propagarse rápidamente y debe considerarse capaz de causar enormes impactos en la salud, la economía y la sociedad».[247]
Impacto
Sanitario
Saturación de los sistemas de salud
Salud mental
Un estudio alemán[264] afirmó que las mujeres que teletrabajan dedicaban tres horas más al cuidado de sus hijos que las que trabajaban de forma presencialmente. Sin embargo, los resultados en los hombres eran muy diferentes, pues aunque trabajasen desde casa dedicaban más tiempo al trabajo. Especialistas apuntan a que esta tendencia se debe a que nuestra sociedad sigue asociando a las mujeres a las labores de cuidados, aunque sea de forma inconsciente.
Tradicionalmente, las mujeres siempre se han encargado de cuidar a los hijos e hijas. Paradójicamente, desde el inicio de la pandemia esta situación de desigualdad se ha agravado aún más ya que varios estudios, como el del British Social Attitude Survey, demuestran que las mujeres que trabajan desde casa se ocupan más del cuidado de los niños que las que trabajan fuera. Esto implica mucha responsabilidad ya que están a cargo de su salud mental y la de todos los convivientes.[265]
Impacto sobre otras enfermedades
Al propagarse la pandemia por el hemisferio norte, la epidemia anual del gripe terminó abruptamente. En el hemisferio sur, prácticamente no hubo epidemia de gripe en 2020, durante el invierno austral (junio-septiembre). También se ha observado una fuerte disminución de casos de infección por virus sincitial respiratorio. No están claras las causas, pero se atribuyó a la disminución del tráfico internacional de pasajeros, al uso de mascarillas y a las medidas de distanciación social.[266]
Las restricciones impuestas en hospitales y sistemas de atención sanitaria a raíz del covid-19 hicieron que se dejasen de diagnosticar muchos casos de otras enfermedades. Esto produjo un aumento a medio plazo de los fallecimientos por otras causas. Por ejemplo, la OMS estima que medio millón de personas murió de tuberculosis por culpa de las restricciones contra el covid.[267]
Socioeconómico
Mercado de valores
Financiero
Aviación
Transporte
Desigualdad de género
Diversos estudios han señalado cómo el comienzo de la pandemia de la COVID-19 ha aumentado las desigualdades de género, un hecho que ha afectado al papel de la mujer en todos los ámbitos.[322]
En el mundo laboral, debido al estigma social de que las labores no remuneradas deben recaer sobre las mujeres, estas se han visto obligadas a combinar el teletrabajo con el desarrollo de las tareas domésticas y los cuidados de personas dependientes, lo que ha incrementado el número de horas de trabajo en sus jornadas laborales. Además, muchas mujeres trabajan en lo que se conoce como economía sumergida y, a consecuencia de las medidas de prevención, han perdido sus puestos de trabajo y no pueden recibir las ayudas estatales.[322]
Por otro lado, muchas mujeres y niñas víctimas del maltrato han tenido que convivir con sus agresores físicos, emocionales y sexuales. Esto se debe sobre todo a la dependencia económica y a las dificultades para denunciar que han provocado e incrementado las nuevas medidas de confinamiento y aislamiento social.[322] Los estudios del Centro de Investigaciones y Estudios de Género en México reflejan que la violencia de género, en pareja y en el ámbito familiar, se vio incrementada durante la pandemia y el confinamiento de 2020 en la Ciudad de México, según las cifras registradas en la base de datos de la compañía telefónica de Locatel y en relación con las llamadas realizadas a “Línea Mujeres”. El segundo trimestre fue el más significativo en cuanto a la violencia de género, inferior a la violencia familiar que se había estado registrando en el primer trimestre. Sin embargo, el número total de llamadas es superior al de los otros tres trimestres. Y aunque los datos mejoran en el tercer y cuarto trimestre, sigue sin haber una disminución considerable en la violencia hacia las mujeres. Las llamadas al 911 también reflejan la violencia de género durante la crisis sanitaria y revelan que el tercer trimestre fue sin duda, el más significativo, aunque existe una disminución en el cuarto trimestre.[323]
En el ámbito académico, las mujeres también han sufrido bastantes dificultades. Según algunos artículos, la pandemia ha agrandado la brecha ya de por sí latente en la sociedad, debido a que las responsabilidades familiares de los docentes han aumentado en casa. Las mujeres docentes, de esta forma, se están viendo más afectadas que los hombres debido a los roles de género que históricamente a ambos se les ha impuesto dentro de la estructura familiar tradicional. En una encuesta, más del 50% de las mujeres con responsabilidades familiares respondieron que se encargaban ellas solas de la enseñanza de sus hijos o de ayudar a algún familiar con dependencia, mientras que en el caso de los hombres solo el 8% afirmaban que en su casa ocurriera este hecho. Además, muchas mujeres, dentro del ámbito académico, denuncian haber trabajado más horas (al menos 50 horas a la semana, mientras que las remuneradas son solamente 35) de las que tenían por contrato y que, a pesar de este aumento de las horas, sus horas disponibles para la investigación se han visto reducidas, aunque, en teoría, estas deberían consistir el 50%.[324]
El aumento de la utilización de internet ha causado un incremento de la violencia digital, y en especial de la violencia de género digital. Además de prácticas como la conocida como «zoombombing», mujeres y niñas sufren constantemente acoso, amenazas, ataques sexistas de troles y otras clases de violencia de género en plataformas de juegos y salas de chat. También se dan actos similares de violencia contra niños u hombres, pero la brecha digital existente entre hombres y mujeres (según varios estudios, hay menos mujeres con acceso a internet, además de que suelen tener peores competencias tecnológicas[325]) causa que la violencia se dé mayormente contra las chicas.[326]
También favorece que la mayoría de la Industria Digital es dirigida por hombres, al ocupar las mujeres solo un 23%.[327][328]
República Dominicana
República Dominicana, presenta un nivel de desigualdad muy elevado, que afecta principalmente a mujeres y migrantes, o descendientes de migrantes de origen haitiano.[322]
En un periodo donde las medidas impuestas instan a quedarse en casa, la población dominicana no solo tiene que hacer frente a que no todas las viviendas están correctamente acondicionadas (aproximadamente la mitad de los hogares no cuentan con agua potable), sino que la violencia de género, que en años anteriores presentaba unos datos realmente alarmantes, podría incrementarse. Solo en el periodo de entre enero y septiembre de 2020, 43 mujeres fueron asesinadas por violencia de género (Observatorio de Seguridad Ciudadana, 2020).[322][329]
La pandemia también ha afectado al entorno de trabajo de las mujeres dominicanas. Por un lado, las medidas de prevención social provocaron el despido de más de 250 mil empleadas del sector de las empleadas del hogar. Por otro lado, la situación actual también ha evidenciado otro gran problema, el elevado número de mujeres que trabajan en la denominada economía sumergida y las consecuencias que esto conlleva (aproximadamente uno de cada dos trabajadores en estas situación en Latinoamérica y el Caribe son mujeres). A su vez, pese a que el sector de cuidados desempeña un papel importante en la sociedad, en torno al 80% de los empleados de este ámbito en América Latina son mujeres no remuneradas. Esto provoca que muchas no tengan derecho a recibir las ayudas económicas del Gobierno dominicano, tras ser despedidas.[322]
España
España es uno de los países europeos que más se ha visto afectado por la pandemia de COVID-19. Esta crisis sanitaria ha evidenciado algunos problemas en materia de igualdad de género, que existen en este país, sobre todo en el ámbito laboral y en especial en el sector de cuidados.[322]
En primer lugar, la mayoría de trabajadores de este sector son mujeres que, en muchas ocasiones, tienen trabajos mal remunerados o que incluso forman parte de la economía sumergida. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres no solo dedican de media tres veces más de tiempo al trabajo de cuidados que los hombres, sino que también son las que realizan más del 75% de los trabajos de cuidados no remunerados (Organización Internacional del Trabajo, 2018). Tanto en este último caso como en el de aquellas que trabajan en la economía sumergida, la crisis sanitaria causada por el coronavirus ha provocado que muchas pierdan sus puestos de trabajos, tal y como ha sucedido en la mayoría de los países. A su vez, en estos dos casos, no pueden percibir las ayudas de protección social y económica que ofrece el Gobierno español para paliar los efectos del coronavirus.[322][330][331]
Paralelamente, cabe destacar la elevada presencia de mujeres en el ámbito sanitario, lo que ha supuesto que aproximadamente el 75% de todo el personal sanitario contagiado en España sean mujeres.[322]
Educación
Internet
Sinofobia y sentimiento antiasiático
Cuarentena, toque de queda y aislamiento
Protestas contra las medidas de inmovilización
Violencia doméstica durante el aislamiento
La violencia doméstica ya constituía una de las violaciones de los derechos humanos más graves, incluso antes de la pandemia por la COVID-19. En el último año, alrededor de 243 millones de mujeres y niñas de todo el mundo han sufrido violencia física o sexual en un ámbito doméstico. Esta cifra se ha agravado con motivo de la crisis sanitaria, causando numerosos efectos negativos en el bienestar de las mujeres y su salud mental, sexual y reproductiva.[382][383]
Desde el comienzo de la pandemia, los últimos datos e informes oficiales revelan que se han intensificado las llamadas a las líneas de atención de casos de violencia en el hogar.[382] Esto se debe a que el confinamiento enardece la tensión y el estrés generados por la incertidumbre sobre la seguridad, la salud y la economía.[383] Si bien las medidas de contención previenen la propagación del virus, las mujeres y niñas se ven obligadas a convivir con personas que son violentas y quedan aisladas de los recursos que pueden ayudarlas. Por lo tanto, esto desemboca en una situación perfecta para imponer una actitud controladora y violenta en el hogar.[382][383]
Esta situación, ha recibido el nombre de «pandemia en la sombra» y para frenarla, se necesita un esfuerzo colectivo por parte de todos los países. Al igual que el sistema sanitario está saturado, los refugios y las líneas de atención para las víctimas de violencia doméstica han alcanzado su límite de capacidad, agravándose además por el hecho de haber tenido que adaptar estos lugares para sosegar el colapso hospitalario.[382][383]
Como consecuencia de esta situación, el número de llamadas a las líneas de asistencia se ha quintuplicado.[384] A pesar de este incremento, menos del 40 % de las mujeres que sufren violencia doméstica recurren a servicios de ayuda o denuncian el delito. De estas mujeres que buscan ayudan, tan solo el 10 % recurren a la policía. Además, las circunstancias actuales dificultan el acceso a teléfonos, líneas de atención y servicios públicos como la policía, la justicia y los servicios sociales, por lo que elevan la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia en el ámbito privado en todo el mundo.[383]
La «pandemia en la sombra» ha trascendido el mundo entero. Por ejemplo, en Australia, se registró un aumento de las peticiones de ayuda debido a un repunte de la violencia. En Argentina, Canadá, Francia, Alemania, España, Reino Unido y Estados Unidos, las autoridades notificaron un incremento de las denuncias de violencia en el hogar. Asimismo, las líneas de atención de Chipre y Singapur registraron un repunte de las llamadas de más del 30 %.[383]
En Kazajistán, los centros de ayuda telefónica sufrieron, por primera vez en los últimos años, una disminución de las llamadas durante la primera semana de cuarentena. No obstante, pasada una semana, comenzaron a recibir de 10 a 15 llamadas al día de mujeres víctimas de violencia doméstica. Estas mujeres no se atreven a denunciar sus casos a la policía porque viven aisladas con su agresor y otros familiares. Además, como en Kazajistán la violencia doméstica no se considera un delito, las víctimas saben que, aunque su maltratador fuera detenido, en unas horas estaría de vuelta en casa.[385]
De igual modo, en Sudán del Sur, la situación se agravó considerablemente durante el confinamiento. Las víctimas explican que su situación es aún más peligrosa y no se sienten seguras. Asimismo, debido al confinamiento y al cierre de centros educativos, muchos padres obligan a sus hijas a casarse para no mantenerlas en casa.[386]
Por otro lado, en muchos países, los tribunales no han funcionado durante la cuarentena, por lo que no se admitían denuncias. El aplazamiento de estos casos suele conllevar ciertos riesgos, ya que, durante este periodo, el acusado puede ofrecer sobornos o los documentos pueden traspapelarse, entre otras cosas.[385]
Por todo lo anterior, es necesario intensificar los esfuerzos para hacer frente a la violencia contra las mujeres y que se convierta en una prioridad en las medidas de recuperación y respuesta frente a la COVID-19.[382] El Secretario General de las Naciones Unidas instó a los países a considerar los refugios y las líneas de atención como un servicio esencial.[383]
En septiembre de 2020, 48 países ya habían incluido la prevención y respuesta frente a la violencia doméstica contra mujeres y niñas en sus planes de respuesta a la COVID-19. Además 121 países, han incorporado mecanismos de refuerzo a los servicios prestados a las víctimas de este tipo de violencia. No obstante, estas medidas no son suficientes y urge ampliar los esfuerzos para mejorar la difusión de la disponibilidad de estos servicios.[384] La pandemia provocada por la COVID-19 no solo es una crisis sanitaria. La conocida como «pandemia en la sombra» es una crisis humana que pone en peligro todo el progreso en los derechos y la igualdad de las mujeres, que se ha conseguido en las últimas décadas.[386]
Religión
Cultura
Eventos
Varios eventos locales, nacionales e internacionales de todo tipo (conciertos, eventos sociales, deportivos, religiosos, entre varios otros) fueron suspendidos e aplazados a causa de la pandemia.[397][398] Muchas ligas deportivas profesionales de varios países del mundo, especialmente de Europa y América, han suspendido temporalmente o por un plazo determinado, el desarrollo de los juegos.[399] Así mismo, el Festival de la Canción de Eurovisión 2020, por primera vez en su historia, y otros eventos deportivos mundiales como la Eurocopa 2020, la Copa América 2020, la Temporada 2020 de Fórmula 1 y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, fueron cancelados o aplazados a 2021.[400]
Cine
Teatro
Por sexo
Alimentación
Ambiente
Véase también
En relación con esta pandemia
- Portal:COVID-19. Contenido relacionado con COVID-19.
- Cuarentena por la pandemia de COVID-19
- Impacto socioeconómico de la pandemia de COVID-19
- Desinformación sobre la pandemia de COVID-19
- Aplauso por los trabajadores de la salud
- Yo me quedo en casa
- Vacuna contra COVID-19
- Variantes de SARS-CoV-2
- Notificación de exposición a COVID-19
En relación con otras pandemias y epidemias
- Pandemia de gripe A (H1N1) de 2009-2010
- Epidemia de síndrome respiratorio agudo grave de 2002-2004
- Epidemia de síndrome respiratorio de Oriente Medio
- Epidemia de dengue de 2019-2020
- Crisis sanitaria
- Anexo:Cronología de las pandemias
- SARS-CoV
Notas
Referencias
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Pandemia de COVID-19.
- Wikinoticias tiene noticias relacionadas con Pandemia de COVID-19.
- Casos globales por Coronavirus COVID-19 (en inglés), del Centro de Ciencia de Sistemas e Ingeniería de la Universidad Johns Hopkins.
- Base de datos en Clinical Trials
- Datos SARS-CoV-2
- COVID-19 Pubmed (118.301 artículos en fecha 31 de marzo de 2021)
- Novedades en tratamiento Archivado el 2 de junio de 2021 en Wayback Machine.
- Manejo terapéutico de adulto con COVID-19
- Línea de tiempo de conocimiento inmunlógico


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